Mostrando entradas con la etiqueta poesia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta poesia. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Tantas Cosas

Tantas cosas que decirte y tan poco tiempo,
Tan poco tiempo para conocerte, y siento que mucho te conozco
Tan poco tiempo con tus labios, pero como olvidarlos
Como olvidar tu mirada desnudándome.
Como olvidar tus palabras desnudas y los abrazos prohibidos

Tantas cosas que hacer y tan poco tiempo,
Tan poco tiempo para mirarte hacerlas y hacerte,
Tan poco tiempo bailando a tu lado, y ninguno de los dos bailamos
Tan poco todo y ya nos dijimos adios.

martes, 17 de febrero de 2009

TRASNOCHOS

Un mar de palabras se derrama

A través de las manos sobre una virgen hoja,

Inundándola con miles de historias de trasnocho,

Acompañado de ritmos y luces reflejadas

Que iluminan mis incontenibles pensamientos,

Inmóviles los ojos que no pierden la esperanza de verte como aquella tarde surrealista.


El ruido blanco que rodea la negra habitación

No logra opacar la intrusa luz del “observador nocturno”

Que arremete sin compasión contra mi cama;

Haciendo evidente lo llena y vacía que está.


Afuera puedo sentir la brisa llevándose tu cabello,

Tomando tu piel grano a grano,

Transportándote a un lejano y desconocido lugar,

Lejos e imposible para mi.


Parece que entre más te alejas más cerca te siento,

Y entre más rodeada de niebla más claro te veo,

Quizás sea por mi pasión de escudarme en la alcahueta oscuridad,

Quizás hoy dejé mi escudo.


Pero ya no tiene caso,

Ha regresado el sueño secuestrado

Y tus ojos color tierra se han turnado como esta oscura noche.


Carlos A.

lunes, 16 de febrero de 2009

UN EXTRAÑO COLOR NARANJA

El día es tan claro

Todo luce menos sombrío,

Mas palpitante, caluroso y naranja;

Tantos colores veloces y fugaces que por poco no nos dejan caminar.


Mientras se hace evidente

Que no puedo oponerme al nacimiento de una sonrisa,

Al ver tal reflejo del alma,

Tal brote espontáneo;

Con lo que he comprobado que existes.


Te conocí ese día;

Ese día que mientras nuestras almas danzaban

Nuestros ojos hablaban, nuestros labios cantaban,

Nuestra piel sentía,

Los oídos miraban furtivamente,

Mientras el estomago latía, y el corazón se afanaba por respirar.


Estuvimos separados por centímetros de morir y nacer de nuevo.

Pero la repentina oscuridad

Convirtió el extraño color naranja en un cotidiano y común gris.


Carlos A.

viernes, 13 de febrero de 2009

¿CÓMO PUEDO HABLAR DE AMOR?



¿Como puedo hablar de amor?
Si algunos ojos me han cautivado al darme paso a interesantes y peculiares almas
Ha sido por muy poco tiempo,
Y finalmente solo un deseo frustrado y esperanzado.

¿Cómo puedo hablar de amor?
Si ante inesperadas confesiones
Mudo me he quedado por no poder se falaz.

He recorrido innumerables lugares
Pero no recuerdo haber estado,
Inocuos orgasmos durante esta insaciable búsqueda me han acompañado.

¿Cómo puedo hablar de amor?
Si no se me ocurre mas en que imaginar,
Mi cama está ocupada y el vacio imposible de llenar.

Las estrellas no titilan,
Sigo viendo hojas en blanco,
Manos desconsoladas, yemas sin esperanzas y ojos borrosos e inundados.
¿Algún día podré hablar de amor?
Carlos A.

jueves, 12 de febrero de 2009

OASIS

Todos los días tengo que pasar por tu recuerdo,
Me es imposible evitarlo;
Quizás sea algo que hago consciente,
O disfruto inconscientemente al recordar esos cortos instantes
Que hubiera querido fueran eternos,

Tal vez sea esa la razón de tomar siempre ese camino,
Ese camino hacia ti.
Quiero evitar que se esfumen,
Tergiversen, el deseo tal cual;
Verte como solo ese día te vi,
Bajo el sol y bajo las estrellas,
Tus ojos, cabello, piel, sonrisa, voz,
Toda tu esencia deseo almacenarla inamovible e intangible,

Pero ahora llueve a cantaros por doquier y se humedece todo,
Pero mi interior está seco,
Seco como el más petrificado árbol;
Y por más que quede inundado todo;
Yo sigo aquí seco
Y tú solo en mis recuerdos que cada día se derriten con las gotas que caen sobre ellos.

Todo el parque cambiará, envejecerá y morirá,
Pero aquí yaceré yo, esperando, esperando volver a moverme, respirar y abrir los ojos
¿Fue real?
Es la pregunta que me hago todos los días,
Quizás simplemente fue el más bello oasis de esta vida,
Inesperado pero anhelado, tan real como irreal,
Un espejismo necesario en esta cargada cotidianidad.
A veces no se que seria lo mejor,
Saber que existes ahora en mis recuerdos,
O nunca haberme enterado de ti…

Carlos A.

miércoles, 11 de febrero de 2009

TEMO DESPERTAR

Se que por mas fuertemente que me oponga a salir del dorado caluroso,
No podré evitarlo,
Abrir los ojos verte ahí tal cual como recuerdo,
Acercarme y verte acercarte,
Tocarte y verte tocarme,
Besarte y sentirte besarme;

Se ha detenido todo
Todo está tan congelado como frio,
Nosotros todo lo contrario.
No hay más nadie,
En este momento mismo no importa más nadie.

Ahora sé que se siente bailar con tus labios,
Observar más allá de tus ojos cafés,
Perderme entre tu cabello,
Hablar usando nuestras manos.
Todo se siente tan interesante como aparente;
Como estar en el espacio y respirar.
No quiero regresar, pero sé que no puedo deambular eternamente.

Hoy ha sido la última cita.
Mañana no volveré, estaré en otro lugar.
Eso espero…sino ese eterno soñar, no me dejará estar en el mundo real.

Carlos A.

¿POR QUE TE ROBASTE MIS PALABRAS?


Desde que te fuiste no las encuentro por ninguna parte,

A todos he peguntado por ellas pero ninguna razón me dan.

Recuerdo la última vez que las vi.;

Me hablaban de esos bellos atardeceres

Que indiscutiblemente llevaban a pensar en tus calidos y profundos ojos.

Ojos color tierra, placidos como el mar, suaves como la seda,

Con inocencia de niña y calidez de mujer;

¿Que has hecho con mis palabras?

¿Cuando volverán?, ¿volverán?, las extraño.

Extraño las conversaciones con ellas,

Como narraban nuestros diálogos y se inventaban algunos inexistentes,

Como noche tras noche se esforzaban por describirte,

Pero ni aun usando todas sus fuerzas se aproximaron a lo que eres;

A lo que se siente elevarse con tu mirada y surcar los cielos alrededor de tu cabello; usando tu piel como instrumento para alcanzar notas infinitas.

Pero esos tiempos se han ido junto a la Atlántida,

Las hojas siempre están en blanco,

Y no encuentro mis palabras.

Ahora que te veo nuevamente noto que tampoco las tienes,

Quizás las has perdido, quizás las botaste,

O destruiste, no sé realmente,

Solo se que extraño a mis palabras,

Y no me explico por que te las has llevado

¿Por que te robaste mis palabras?

Carlos A.

lunes, 9 de febrero de 2009

Un hermoso color cafe

Por tan pocas cosas he escrito, como no hacerlo ahora fascinado con tantas cosas.
Nunca antes había sentido atracción por ese hermoso color café,
Nunca un café ni claro ni oscuro había representado tanta divinidad,
Un café perfectamente definido y delicadamente perfecto;

Café que al mirar desde el primer momento me desnudó y me regresó a la inocente infancia.
Café que combinado con todos esos higos negros, te hacia infinitamente bella.
Ahora solo deseo que me alcancen las hojas, el tiempo y la vida, para dar esperanzas a los otros: que al leer sientan lo que yo sentí al verlo.
Lo que sentí al ver esos labios siempre sonrientes, labios que me recuerdan cuantos he besado, pero lo largo que veo el camino hacia estos,

Carlos A.

Hoy no quiero a mi amante

Hoy no quiero a mi amante,
No deseo tocarla,
Sé que está ahí, lista y emocionada,
Pero no me importa,
Solo quiero respirar, oler, sentir y estar inmóvil.

Hoy por primera vez al llegar a casa, no extraño tocarla,
Más bien me siento raro por no querer hacerlo.
Pero si la tocara hoy, lo haría pensando en ti,
Tocándote con el pensamiento alrededor de tus palabras,

Tú deberías estar ahora en el lugar de mi amante,
Pero estás distante,
Cada vez más lejos
Y yo cada vez mas ceca de lo que creía lejos.

Hoy tampoco me gusta el frio y no quiero a mi amante;
Si no fuera por la noche que rodea mi habitación,
Diría que hoy no soy yo,

Hoy quiero calor,
Calor que solo tu pudiste darme sin siquiera tocarme,
Y que yo no quise tocarte solo para apagar el calor.

Hoy tú deberías ser mi amante;
¡Pero quizás ni piensas en que hoy no quiero a mi amante!

Carlos A.

QUIERO NOMBRAR UN BESO

Te he visto tan lejanamente,

No se si alcance a acercarme,

Aun caminando a tu lado no he estado junto a ti;

Y estando junto a ti, contigo aun no he estado.

Quizás mañana logre ocultar mis demonios.

Ya la lluvia ha cesado a lo mejor hibernar hasta la próxima luna llena nublada.

Mientras tanto procuraré conocer tus labios y nombrar un beso,

Pues tantos labios y besos he conocido

Pero ninguno que recuerde

Tantos labios tan cercanos pero nunca unos tan deseados.

Carlos A.